¿Qué son los objetivos didácticos en educación?
Si te encuentras en la búsqueda de un artículo que te explique en detalle qué son los objetivos didácticos, has llegado al lugar indicado. Aquí te contaremos cómo se han adaptado a la LOMLOE, y cómo aplicarlos a tu unidad didáctica. Esperamos que te sea de utilidad y te ayude a resolver tus problemas académicos. Continúa leyendo para enterarte de todo.
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Objetivos didácticos: ¿qué son?
Se llama objetivos didácticos a los logros que un alumno debe alcanzar al finalizar una etapa del proceso educativo. Desde la implementación de la LOMLOE, están vinculados a la adquisición de competencias claves y competencias específicas.
La definición que compartimos contigo está inspirada en la que figura en la legislación previamente mencionada. Allí se establece que los objetivos serán alcanzados cuando el alumno desarrolle las competencias referidas a su etapa educativa.
En este sentido, podemos hablar de metas amplias, sin embargo, será labor del docente orientar las actividades, metodologías, recursos y demás hacia su consecución.
Para facilitar la comprensión del concepto, veamos cómo funciona este proceso. En primer término, la LOMLOE establece las competencias a adquirir al finalizar cada etapa, es decir, los objetivos didácticos.
Luego, el trabajo del docente consiste en adaptar las actividades dentro de cada unidad didáctica para que, al finalizar cada etapa, sus alumnos hay adquirido las competencias en cuestión.
En líneas generales, de eso se tratan los objetivos didácticos. Pero este artículo estaría incompleto si no profundizamos en la cuestión de las competencias. Continúa leyendo para saber más.
¿Qué son las competencias en la LOMLOE?
La LOMLOE sustituye la noción de competencias “básicas” por la de “clave”. Estas se definen como la combinación de tres elementos: conocimientos, destrezas y actitudes. Será necesario que definamos cada uno para entender el concepto de competencia.
Por su parte, los conocimientos son hechos, cifras, teorías, conceptos e ideas que apoyan la comprensión de un tema o área concreto. A su vez, por destrezas se refiere a la habilidad para llevar adelante procesos y usar los conocimientos existentes con el fin de obtener resultados. Por último, las actitudes describen la disposición y la mentalidad para reaccionar o actuar frente a ideas, personas o situaciones.
Entonces, la adquisición de una competencia implica que el estudiante se apropie de esos tres elementos en un área determinada. Una definición más precisa podría ser el desempeño imprescindible que un alumno debe demostrar para avanzar con éxito en su recorrido educativo.
En este sentido, se distinguen 8 competencias claves:
- Comunicación lingüística
- Plurilingüe
- Matemática, ciencia y tecnología
- Digital
- Personal, social y de aprender a aprender
- Ciudadana
- Emprendedora
- Conciencia y expresión cultural.
Otro punto a destacar es que ninguna de estas competencias remite a una materia específica, sino que se trata de una visión global de la educación. Por eso, cada diseño curricular debe contemplarlas.
Probablemente, te estés preguntando cómo saber cuándo se ha alcanzado un objetivo, ya que lo expresado hasta el momento es una idea muy amplia. Para responder a esta pregunta debemos hablar de los descriptores operativos.
Los descriptores operativos
Estos son la definición específica de lo que se espera del alumno al finalizar una etapa educativa, y cada competencia clave tiene los propios. En este sentido, los descriptores definen el perfil de salida del estudiante.
Veamos algunos ejemplos:
Descriptor operativo referido a la competencia digital al finalizar la educación primaria: Efectúa búsquedas guiadas en Internet y utiliza estrategias sencillas de tratamiento de la información digital con una actitud crítica en relación con los contenidos obtenidos.
Descriptor operativo referido a la misma competencia, al completar la educación básica: Efectúa búsquedas avanzadas en internet, atendiendo a criterios de validez, fiabilidad, calidad y actualidad, seleccionándolas de manera crítica, archivándolas apropiadamente para su recuperación, y reproduciéndolas respetando la propiedad intelectual.
Como puedes ver, estos descriptores representan objetivos didácticos medibles, que se pueden evaluar. Pero eso no es todo, ya que aún no hemos hablado de las competencias específicas.
Competencias específicas
Se trata de los desempeños que el alumno debe desplegar en actividades o situaciones cuya resolución requiere de la aplicación de los saberes básicos de cada materia. Estas constituyen un vínculo entre el perfil de salida, los conocimientos adquiridos y los criterios de evaluación.
Esto quiere decir que las competencias específicas representan la puesta en práctica de las competencias clave y sus correspondientes descriptores operativos, para cada materia específica.
De esta manera, los objetivos didácticos son parte de un proceso global en la educación, que implica la compleja implementación de una diversidad de recursos y métodos de enseñanza.
Es probable que tu siguiente pregunta sea: ¿cómo trasladar todo esto a tu unidad didáctica? Encuentra la respuesta a continuación.
¿Cómo redactar los objetivos en la unidad didáctica?
Muy bien, ahora que sabes qué son los objetivos didácticos, te explicaremos cómo trasladar lo aprendido a la elaboración de tu unidad didáctica.
Dicho esto, lo siguiente que deberás tener en cuenta es la evaluación que planeas hacer para constatar la consecución de las metas establecidas. En este sentido, la enunciación de tus objetivos específicos debe aspirar a un alto nivel de precisión, de manera que puedas detectar fácilmente su cumplimiento.
Por ejemplo, en matemáticas, un objetivo general podría ser: entender la división y sus diferentes formas. Entonces, uno de los objetivos específicos podría tratarse de: aprender a dividir por dos cifras. Así, será fácil de comprobar si la meta se alcanzó, solicitando al alumno que realice dicha división.
Otra cosa que debes tener en cuenta son los contenidos a desarrollar. Para ello, deberás prestar especial atención a los puntos más importantes del tema a enseñar. Esto es así porque en ocasiones la temática es muy amplia.
Sin ir más lejos, las posibilidades que ofrece la división son vastas, y será fundamental hacer un recorte de dicha temática. Establecer estos límites también te ayudará a redactar las metas.
Finalmente, procura mantener la coherencia. Recuerda que los objetivos pertenecen a la unidad didáctica, y esta, a la programación didáctica, que se enmarca en la LOMLOE. Es decir, la enseñanza es un proceso que engloba muchísimos aspectos, y eso debe estar reflejado en los objetivos.
Asegúrate de que exista una armonía en la totalidad de los elementos del currículo. A fin de cuentas, los objetivos representan el principio y el fin del proceso de aprendizaje.
Esto ha sido todo lo que teníamos para contarte sobre los objetivos didácticos. Por supuesto, si aún tienes problemas con ellos, tenemos una solución para ofrecerte. Continúa leyendo para enterarte de qué se trata.
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