Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el análisis funcional

El análisis funcional de la psicología puede ser un aspecto fundamental para la realización de proyectos como un Trabajo Final de Grado (TFG), Máster (TFM) o tesis doctoral (TD). Si no sabes cómo hacer uno o siquiera qué es y para qué sirve, no te preocupes, aquí podemos ayudarte. En este artículo te explicaremos todo lo relacionado a los análisis funcionales y mucho más. 

¿Qué es el análisis funcional? 

Un análisis funcional es, justamente, un proceso en el cuál analizarás los patrones en la conducta de un individuo. A la hora de abordar este tipo de análisis, también debes considerar los antecedentes y el contexto. Esto te permitirá ordenar la información que obtengas del individuo o paciente sobre sus relaciones sociales, conductas problemáticas y las razones de las mismas. 

La idea, al final, es que halles una respuesta contextualizada sobre la situación, es decir, averiguar por qué o para qué de un determinado comportamiento. En definitiva, el análisis funcional es una herramienta fundamental en la psicología. 

A la hora de plantar un análisis funcional, como profesional, debes plantear dos tipos de hipótesis: 

• De origen: este tipo de hipótesis te permitirá averiguar cómo se originó dicho comportamiento problemático. Todo esto siempre teniendo en cuenta los elementos que se hayan presentes en el momento del hecho. 
• De mantenimiento: esta hipótesis te permitirá investigar y saber por qué el comportamiento sigue ocurriendo en la actualidad y qué ayuda a que se sostenga. 

Esta, podríamos decir, es la manera en que todo especialista de la psicología puede abordar las problemáticas a raíz del análisis funcional. 

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Aspectos clave del análisis funcional en la psicología

Para que puedas realizar correctamente el análisis funcional de la conducta de tu paciente, tienes que tener en consideración tres aspectos clave: los antecedentes, la conducta que posee y las consecuencias. 

Los antecedentes te serán útiles para poder rastrear el origen de la conducta, es decir, la causa y las variables que influyeron. La conducta es el problema, que es la cuestión por la cual se aplica el análisis funcional. Las consecuencias pueden ser el elemento más importante, porque analizarás que ocurre luego del comportamiento a tratar.

Las consecuencias tienen dos funciones principales: el refuerzo positivo y el negativo. El positivo se centra en obtener sensaciones placenteras como actividades y contacto social. El negativo, por su parte, busca reducir, apartar, retrasar e incluso evitar el encuentro con algún estimulo.

¿Para qué sirve un análisis funcional? 

Llevar a cabo este análisis permite a los profesionales que intervienen alcanzar los siguientes objetivos:

• Te será muy útil para poder organizar la información para que puedas saber qué originó el problema y qué lo mantiene a flote actualmente. 
• La comprensión sobre la función de algunos comportamientos en relación al entorno de una persona. 
• Rastrar e identificar los antecedentes de la conducta a tratar. 
• Corregir un comportamiento o modificarlo. 
• Ofrece al paciente las estrategias y herramientas para comprender y superar la problemática. 
• Establece objetivos que puede ser adaptables y programables en base a las necesidades del paciente.

Debes tener en consideración que en el análisis funcional de la conducta debes englobar las escalas de tiempo. Es decir, te puedes centrar en el presente, pero también es necesario que investigues el pasado de la persona y sus experiencias previas vividas para poder formular las hipótesis necesarias. La finalidad es que puedas identificar patrones que se mantengan en el tiempo, además de su funcionalidad.

Características 

Entre las principales características del análisis funcional podemos destacar: 

• Funcionalidad: puede parecer redundante, pero en definitiva es el fin de este tipo de análisis. 
• Enfocado en el presente: naturalmente, se centra en el presente del paciente y en sus actuales problemáticas a tratar. Si bien es cierto, y como te hemos comentado, que analizar hechos pasados pueden dar pistas muy útiles. Dónde realmente debes enfocarte es en el presente. 
• Es dinámico: su contenido, que es metodológico y conceptual, puede ser modificado en cualquier momento. Esto es así ya que el individuo, como toda persona, vive en un entorno y contexto cambiante. 
• Idiográfico: esto significa que no es algo estable que se cumple siempre o que sea una Ley. Son modelos e hipótesis que se enfocan en una persona y sus características particulares. 
• Heurístico: proporciona un esquema con información ordenada a fin de explicar el comportamiento de las personas. 
• Es hipotético: esto significa que no es 100% un hecho. Como toda hipótesis, nunca se sabe al concreto si todo es cierto. Por eso es que siempre se habla de cuestiones que tengan mayores probabilidades de ocurrencia. 

Todas estas características son cuestiones que, como profesional de la psicología, no puedes olvidar porque puedes comprometer la salud mental de tu paciente. 

Pasos para hacer un análisis funcional 

Finalmente, vamos a explicarte cómo es el paso a paso para que puedas desarrollar correctamente un análisis funcional.

Identificación de la problemática

En este apartado, que es el inicial, será donde identificarás lo que aqueja a tu paciente. Primero harás una lista de problemas de tu paciente, estableciendo un orden de prioridad a cada uno de ellos. Realizarás descripciones sobre otros aspectos como: la conducta en las respuestas (Motor, fisiológico y cognitivo), topográfica y la descripción de los parámetros de conducta. 

Análisis actual de la situación 

Harás este análisis a partir de una consideración que hagas sobre la conducta de tu paciente. Para ello, deberás realizar varias descripciones sobre el mismo: como las circunstancias que ocurren luego de la aparición de la conducta; las que ocurren después (al mediano o corto plazo) y sus consecuencias y los aspectos del organismo que pueden tener relación con la conducta. Un ejemplo puede ser el uso de alcohol o sustancias. 

Análisis histórico

Aquí incluimos información sobre la adquisición y evolución de la problemática de tu paciente. Además de factores que pueden predisponer los mismos. 

Formulación del caso

La formulación del caso es el apartado en el que desarrollarás la adquisición y el mantenimiento de la problemática desde que estás con tu paciente en tratamiento. 

Objetivos de intervención 

El último paso, que implica establecer los objetivos de la intervención que haces con el paciente. Estos objetivos pueden ser modificables, porque como se comentó antes, los contextos de las personas cambian. 

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